Por Felipe Sepúlveda Galdames
Érase una vez un agricultor muy religioso que iba todos los días a la iglesia y después trabajaba. El agricultor tenía una hija con la que iba todos los días a la misma iglesia. La niña, o mejor dicho joven, no se había casada aún y la ley ordenaba que así tenía que ser.
Un día la joven volvió a su hogar después de salir a comprar al pueblo y su padre la esperaba para ir a la iglesia con un joven de otro pueblo y con un vestido de novia y le dijo “te vas a casar hoy mismo, hija, y en nuestra iglesia local". En el camino el padre chocó su camioneta y la mujer asustada fue a buscar ayuda, pero cuando volvió su padre y el joven habían muerto. Después de ese desastre la mujer siguió yendo a la iglesia todos los días, hasta que una noche sus ojos vieron a su padre sentado en su cama, pidiéndole que se casara, y así fue. Tres años después, vio de nuevo a su padre y él le dijo que no se refería a otro hombre, sino al joven que había muerto con él, con quien se debía casar y desde ese día después se le siguió apareciendo en la iglesia, hasta que dejó de ir, y después de tres días de dejar de ir apareció muerta en su cama, con su vestido de novia y un ramo y otro cadáver a su lado.
Érase una vez un agricultor muy religioso que iba todos los días a la iglesia y después trabajaba. El agricultor tenía una hija con la que iba todos los días a la misma iglesia. La niña, o mejor dicho joven, no se había casada aún y la ley ordenaba que así tenía que ser.
Un día la joven volvió a su hogar después de salir a comprar al pueblo y su padre la esperaba para ir a la iglesia con un joven de otro pueblo y con un vestido de novia y le dijo “te vas a casar hoy mismo, hija, y en nuestra iglesia local". En el camino el padre chocó su camioneta y la mujer asustada fue a buscar ayuda, pero cuando volvió su padre y el joven habían muerto. Después de ese desastre la mujer siguió yendo a la iglesia todos los días, hasta que una noche sus ojos vieron a su padre sentado en su cama, pidiéndole que se casara, y así fue. Tres años después, vio de nuevo a su padre y él le dijo que no se refería a otro hombre, sino al joven que había muerto con él, con quien se debía casar y desde ese día después se le siguió apareciendo en la iglesia, hasta que dejó de ir, y después de tres días de dejar de ir apareció muerta en su cama, con su vestido de novia y un ramo y otro cadáver a su lado.
9 comentarios:
pff!
interesante este cuento pero en mi opinion todos son muy buenos
aaaaaaaaaaa la tia no puso nada en este
pff...
que fome!!
al menos a mi no me gusto
fome
por que fome si los otros solo ablaban de historias sin creatividad
no era br9oma los otros estan bkns
todo el curso es bastante creativo
Publicar un comentario